Mundo subterráneo
Era un día como otro cualquiera. Iba caminando,
hacia el trabajo, a las 8 de la mañana. Estaba bastante cansada, había dormido
poco porque había estado hablando con su novio hasta las cinco de la noche.
Ahora iba pensando en él, un chico al que había conocido unos meses atrás y que
vivía muy lejos de ella, a cientos de kilómetros. Estaba mandándole un mensaje
dándole los buenos días y diciendo que lo amaba, cuando algo extraño sucedió.
Notó una extraña presencia cerca. Y, de repente, veía justo delante de ella a
una chica, como aparecida de la nada, caerse al suelo.
A 500 kilómetros de allí, Mike se despertó de una
pesadilla. Miró el móvil, eran las ocho de la mañana. Aprovecharía para decirla
a Kate que la quería y que la echaba de menos. Había soñado con el momento en
que se conocieron en persona, pero en este caso algo horrible pasaba. Un
extraño ser, negro, que medía unos dos metros y tenía una gran cabeza, con ojos
verdes, y un cuerpo delgado, cogía a Kate y se la llevaba, sin que él pudiera
hacer nada. Menos mal que solo era un sueño, y que ese día de finales de julio
fue verdaderamente mágico, pudiendo conocer al fin a la persona que tanto
amaba. Pero, aunque sabía que todo había sido producto de su imaginación,
necesitaba saber que ella estaba bien.
Kate se agachó para ver cómo estaba la chica. Era
muy delgada, con largo pelo rubio, rizado, y unos preciosos ojos azules.
Parecía tener unos 16 años. Se fijó en sus brazos, estaban llenos de cortes,
sangrando. Tenía que actuar rápido, llevarla a un hospital, o llamar a una
ambulancia. Pero lo cierto es que estaba muy nerviosa, y no veía capaz de
hacerlo. Esa mujer parecía haber salido de la nada, o de la pared, era muy
raro, no tenía sentido. Finalmente, logró contener la calma y levantarla, para
llevarla al hospital más cercano, a cinco minutos de allí. La chica estaba
perdiendo mucha sangre, intuía que podía morir en cualquier momento.
Mike mandó 20 mensajes a Kate, la llamó varias
veces, quería estar calmado, tranquilo, seguro de que nada malo pasaba. Necesitaba
oír su voz para comprobarlo. Se levantó de la cama, saldría a correr para
despejar la mente. Se puso las zapatillas y un pantalón corto, y salió. 10
minutos después, notaba que no podía seguir avanzando, que no tenía más
fuerzas. Quería seguir, pero era imposible. Miró su móvil, y se dio cuenta de
que Kate seguía sin contestarle. No paraba de pensar en ella, ¿y si le había
pasado algo realmente? Entonces, como respuesta a sus pensamientos, apareció
delante de él una bestia igual a la de su sueño. Él no pudo decir ni hacer
nada, pues se había quedado en shock.
Kate llegó al hospital con la chica en los brazos.
Tenía su camiseta totalmente manchada de sangre. Pero algo raro pasaba. Nadie
le prestaba atención. Intentó hablar con varios médicos, pero ninguno
reaccionaba, todos pasaban de largo. No entendía cómo podían estar haciendo eso,
llevaba a una paciente grave. Era como si fuera invisible. No tenía sentido. La
chica, hasta ahora prácticamente inconsciente, parecía haber despertado, y se
estaba dirigiendo a ella, diciendo algo. Tuvo que acercarse más a su boca para
entender lo que decía.
-Es imposible, para de intentarlo. Nadie te ve ni te
oye.
-Qué dices, eso no puede ser. Seguro que alguien nos
hace caso – trató de calmarla.
-Déjalo, ponme en el suelo y vete, y todo volverá a
ser normal.
Empezó a pensar que esa chica estaba loca. Nada
tenía sentido esa mañana. Vio una camilla vacía, fue hacia ella para poner a la
muchacha. De repente, un médico llegó y le preguntó qué buscaba. Ella respondió
que esa chica necesitaba ayuda. Él miró a la camilla, y entonces fue junto a
otro doctor. Pero se iban a la cafetería. No entendía nada. La chica, de nuevo,
le habló, y le dijo que a ella nadie la ve, pues ella pertenecía al mundo subterráneo.
Kate decidió salir fuera, tratando de calmarse. Ahora la gente la veía, pero
cuando sujetaba a esa chica no. ¿De verdad existía otro mundo, y los seres
fantásticos?
Mike despertó en un túnel. Al lado vio a un tipo que
le estaba observando.
-¿Quién eres? ¿Qué está pasando? ¿Por qué estoy
aquí? ¿Qué habéis hecho a Kate?
-Relájate. Estás aquí por una buena razón. Tu
querida novia y tú podéis rescatarnos, podéis salvar nuestro mundo, el mundo
subterráneo. Ahora solo teníamos que informaros, en unos años volveremos a por
vosotros, os necesitamos.
Kate miró el móvil. Parecía que Mike necesitaba
hablar, tenía 15 llamadas suyas. Le llamó, pero nadie había al otro lado del
aparato. Pero de la pared, sin que nadie más que ella se diera cuenta, salía una
gran cabeza con una mano que la golpeaba, y en ese instante, ella iba al mundo
subterráneo, acompañando así a su novio.
Cuando despertó, Kate estaba completamente
desorientada. No sabía dónde estaba. Miró a su lado, y recordó todo. Había
pasado la noche con Mike, tras dos meses sin verse. Estaban en una habitación
de un hotel de Madrid. Y todo había sido un sueño, aunque muy real e irreal a
la vez. Aún más raro fue cuando su chico despertó y le contó que había soñado
algo muy parecido. Empezaban a dudar si lo sucedido era un sueño, o era
realidad. Se lo preguntaron durante 10 años, hasta que un día, tras muchos
sueños parecidos, una sombra venía a buscarles, para llevárselos, juntos, al
mundo que muchos desconocen que existe. O quizá solo estaban locos, y no
diferenciaban sueño y realidad, y solo pensaban en estar juntos.
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